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miércoles, 30 de agosto de 2017

comunicado

Comunicado del equipo organizador de las 15tas Jornadas de Tiempo Libre y Recreación

El siguiente comunicado cuenta con una introducción que contextualiza y solventa teóricamente la postura del colectivo y que concierne a estas Jornadas, con una segunda parte que describe los hechos acontecidos mediante un relato reconstruido por varios/as participantes del taller y representantes de la organización que también lo presenciaron, con el fin de aclarar los hechos que hasta ahora no fueron clarificados y una tercera parte que enuncia la postura del equipo organizador de las 15tas Jornadas de Recreación.

A raíz de los hechos acontecidos en el curso “Contagiar en Recreación” de Alejandro Beltramino en esta edición de jornadas, nos encontramos frente a la necesidad de pronunciarnos públicamente. Considerando el marco teórico que diseñamos como base de nuestras prácticas para este contexto, citamos del mismo:

“Tenemos la firme necesidad de crear y potenciar redes que marquen el claro límite entre construir y destruir. Que sostengan y fortalezcan a la Educación, a los educadores y las educadoras, impidiendo la violencia institucional que contra ellas y ellos se descarga por el sólo hecho de reclamar un derecho básico. Redes que nos permitan liberarnos de las prácticas y pensamientos patriarcales que, en sus formas más cruentas, terminan con la vida de las mujeres. Necesitamos sabernos empoderados y empoderadas, porque tenemos en nuestras manos la capacidad de comunicarnos y vincularnos, tendiendo las redes necesarias para que, ante lo que nos destruye, podamos hacer un solo territorio de lucha y juego, de memoria y esperanza.”

Es desde este posicionamiento ético, político, pedagógico e ideológico que decidimos compartir el relato de los hechos:

Camino hacia el aula en la que sucedería el curso, se hizo un recorrido por el pasillo y muchas participantes mujeres manifestaron estar entusiasmadas por este curso y agregaron que su presencia en las jornadas pasaba por la posibilidad de formarse con Alejandro Beltramino, que para ellas él era una persona que las había inspirado a acercarse a la Recreación.

La primer parte del curso duró cerca de dos horas y media. El tallerista propuso un espacio que se construiría a partir de las intervenciones de las/los participantes y aclaró que utilizará la provocación para generar en las/los otros/otras las ganas de aprender y devolver a cada unx la responsabilidad de sus actos. Luego propuso un marco teórico en el que planteó la construcción de la felicidad a partir de la responsabilidad individual. Parte de sus argumentos eran, que si una persona tiene un problema, no puede esperar que los/las demás lo resuelvan por ella, sino que otras personas le digan algo para que se de cuenta que es responsable de resolverlo. Para explicar su teoría realizó comentarios algunos auto-referenciales con contenidos ligados a la sexualidad, y al tamaño de sus genitales.  Frente a estos comentarios algunas personas se reían y otras estaban serias. Un participante cuenta “...Venía contando que los niños de muy pequeños comienzan a explorar su cuerpo y que en algún momento se tocan los genitales, provocando divertimento y placer en el individuo, y que por eso continuan haciendolo. Hasta que aparece la madre y le dice "NO! no te toques ahí!" Entonces el bebé no entiende nada, agregando que algo natural en él estaba siéndole prohibido...” El tallerista hizo mención a su situación respecto de la masturbación, en la que él se encuentra imposibilitado de realizar esta práctica a causa de una censura de este acto cuando era chico explicando que, debido a condicionantes culturales y religiosos, este recuerdo lo tiene tan grabado que no puede realizar esta práctica en la actualidad. Es por esto que hace alusión al tamaño de sus testículos.
A lo largo del taller, insistió en la idea de que asistir al mismo era responsabilidad de cada persona y que quien quisiera irse podìa hacerlo libre de culpas.
Hubo un recreo de 20/30 minutos.
Antes de volver al curso, se realizó una ronda con danzas en la que Beltramino cantaba y hacía cantar, algunas y algunos participantes de la ronda sumaban propuestas y se iba realizando una serie de movimientos rítmicos, como rascarse la cabeza, dar una vuelta en el lugar y movimientos de pelvis y sonidos aludiendo al orgasmo. El tallerista invitaba a quienes participaban a que los hicieran, nadie estaba obligado a sumarse al baile.

Al regreso, y a lo largo de la hora y media de curso que restaba, sucedieron los siguientes hechos:
El tallerista comenzó a explicar su teoría del contagio en Recreación, que forma parte de su abstract, y tomó como referencia  el SIDA,  y dijo que "si fuera tan fácil contagiarse de sida como todos dicen, sería muy difícil que todos no lo tengamos". Una participante levantó la mano diciendo "¡Corrección!" y explicó la diferencia entre contagio y transmisión, lo que desató un debate respecto al tema en el que varias personas refutaron el concepto que propuso el tallerista.
La respuesta inmediata del educador fue: “Ja! Me cagó toda la teoría!” y hubo risas. Usó posteriormente el concepto de transmisión en algunas cosas que dijo. Más tarde según uno de los participantes agregó: “tu correción me hace infeliz (...) pero fui feliz cuando te vi ahí afuera” (en el recreo). Se generó un silencio y un intercambio de miradas entre participantes. Mirando a los ojos a la participante continuó: "Fuí feliz cuando te miré el culo”. La participante le preguntó si estaba haciendo referencia a ella. Otros y otras participantes también preguntaron, perplejos.  A lo que él respondió: “¡Pará! ¿Yo dije algo malo del culo de (nombra a la participante)?”. Todo el tiempo decía que era un chiste, que era humor y se reía. Otra participante intervino, aclarando que es feminista, y opinó que con esas palabras estaba violentando el cuerpo de una compañera. .El tallerista dijo: “Yo sabía que vos ibas a decir algo porque ya me dijiste que eras feminista”. La compañera que cuestionó a Beltramino se desató en llanto y comentó sobre lo mal que se sentía y que viniera de parte de él le afectaba todavía más, diciéndole “me siento muy incomoda con tu comentario, y no me paro porque tengo mucha vergüenza y si me paro me voy”.
Otra participante,  explicitando su condición de mujer, educadora y representante del equipo de Jornadas, dice al tallerista que su comentario era la base para el desarrollo de las prácticas machistas que construyen nuestros cuerpos en la sociedad y también dentro del campo de la recreación; que estaba agrediendo el cuerpo de una compañera faltando el respeto, y que tampoco estaba respetando el encuadre desde el plano pedagógico y educativo. Le exigió entonces que le pida disculpas a dicha participante y a todas las mujeres presentes.
A partir de esta intervención, el tallerista contestó que no cree en los encuadres, se paró y dibujó en el pizarrón un rectángulo y cuatro cuartos de círculo por donde entraban y salían flechas a través de los espacios abiertos y mencionó que para él  el encuadre es cerrado y no permite flexibilidad ni intercambio de ideas. Luego agregó que él cree en los “enredondos” y que estaba aprendiendo por lo cual consideraba que no tenía que pedir disculpas por generar aprendizaje. De tanto en tanto, repitió que ya a su edad no perdonaba a nadie y que el único al que debía perdonar era a sí mismo por sus propios actos reforzando su teoría de la responsabilidad individual.
En un momento dado y por pedido de una participante, el grupo toma un recurso de comunicación en el que cada una y cada uno tenía un turno para hablar con el fin de que no se superpusieran las voces.  Varias personas tomaron la palabra y manifestaron su pensamiento al respecto.Varias mujeres allí presentes manifestaron que habían elegido este curso porque habían decidido formarse con él, agregando que les costaba entender qué estaba sucediendo y preguntando por qué no pedía disculpas. Algunas de ellas exigieron que lo hiciera. Alejandro Beltramino le habló directamente a la participante y le dijo que debido a la manera en la que ella y todas las mujeres presentes se sentían, a él le nacía pedirle disculpas y que se hacía cargo de su error  “me nace pedirte disculpas por cómo te sentís por esto que te provoco por el efecto que tuvo, pero no puedo hacerme cargo de tu incomodidad”. Luego volvió a explicar que él no disculpaba  y que no tenía por qué perdonar a nadie por las cosas que le hacían. Siguiendo con esa idea, volvió a sostener que él es el único que se puede disculpar a sí mismo.
Durante estos intercambios, algunas mujeres lloraban y se tomaban de las manos. Algunos varones expresaron que también a ellos les pasa y que se reconocen en ese lugar, que en sus discursos detectaban machismos y pidieron disculpas por eso.
A Beltramino le toca su turno de hablar a pocos minutos de concluir el tiempo asignado al curso. Elevando el volumen de la voz, dijo que se estaba expresando desde la pasión y no desde lo que piensa. Siguió hablando y contando experiencias trágicas que él vivió, muertes cercanas a él y a su pareja, situaciones con su  hermana y con la dictadura. Dando a entender que conoce el horror, el dolor y la desesperación de la impotencia. Luego se levantó de la silla donde se encontraba sentado y empezó a caminar en la ronda, a mirar a cada participante a los ojos y señalarlos con el dedo ìndice repitió
el deber que tenemos de responsabilizarnos de nuestros actos y de hacernos cargo.
Cuando vuelve a su asiento se empieza a poner la campera y dice “...Son las 19.30 y como les dije antes hasta las 19.30 me quedo después soy otro. Y ahora me voy porque el otro es importante...”.

La compañera, representante de las Jornadas, insistió en solicitar al tallerista un pedido de disculpas y pidiò a los/las participantes que sigamos visibilizando estos hechos como violencia de género.

Es pertinente aclarar que tres participantes se retiraron del curso. Además, una de las participantes mencionó que ella ya había estado en un taller que trataba el género, que ahora prefería continuar con este curso. La mujer que anteriormente le exigió al tallerista que pida disculpas a todas las mujeres le remarcó que, ante un hecho como el que estaba sucediendo, el curso no podía seguir del modo en que se venía dando mientras muchos/as continuaron alzando sus voces contra la actitud de Alejandro Beltramino.
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Teniendo en cuenta todo lo expuesto y como equipo organizador de las 15tas Jornadas manifestamos que:

  • Nos sentimos profundamente atravesadas y atravesados por cómo se fueron dando las situaciones derivadas de este hecho violento, las cuales no pudimos contener en ese momento ni dar respuestas en la medida que era menester. El encuadre del evento no nos permitió encontrar el tiempo necesario para llegar a un consenso colectivo con la profundidad de debate que el hecho merecía y merece. Henos aquí pronunciándonos diez días más tarde. En medio del proceso que implica llegar al consenso profundo que aún estamos buscando.
  • Repudiamos el accionar violento de Alejandro Diego Beltramino en el marco de su curso “Contagiar en Recreación”, desde una perspectiva de género, pedagógica y vincular.
  • Apoyándonos en el marco teórico de público conocimiento que da sentido a los cursos y talleres del evento denunciamos que, desde su rol de coordinador, Alejandro Beltramino hizo abuso de ese poder para descalificar, cosificar a una compañera participante quien había intervenido al poner en discusión un concepto de su discurso teórico y disciplinar a todo el grupo en categoría de participantes de su curso de formación en recreación educativa.
  • Como educadores/educadoras y recreologos/recreologas no nos identificamos con esta práctica ni la promovemos, sino que proponemos instancias de aprendizaje donde los intercambios se basen en el respeto, la circulación de la palabra, la escucha y el cuidado de las personas.
  • Las respuestas presentadas por Alejandro, tanto las socializadas vía facebook como las enviadas por mail al colectivo manipulan la información, no se condicen con lo sucedido durante el curso y minimizan la gravedad de su accionar deslegitimando el reclamo de las/los participantes. Corriendo el foco de la agresión sucedida, sin responsabilizarse por sus actos, que no son “magia del aprendizaje”, es violencia de género. Apelamos a su humanidad y apostamos a que realice un verdadero aprendizaje sobre sus acciones, y lo manifieste públicamente.
  • Al encontrarnos con la necesidad de intervenir en esta situación, pudimos darnos cuenta que nos faltan herramientas de perspectiva de género para poder actuar en consecuencia, ante estas situaciones.
  • Sentimos la necesidad de pedir disculpas por lo sucedido y lamentamos que esta situación de violencia de género haya tenido lugar dentro de un espacio tan valorado como lo son las Jornadas. Espacio que generamos, construimos e invitamos a habitar a quien quiera ser parte.
  • Destacamos a las compañeras que realizaron la intervención  de visibilización de la violencia ejercida por Alejandro Beltramino porque encontraron una forma valiente y poderosa de poner el cuerpo.
  • Le decimos BASTA a cualquier acto que vulnere los derechos de las mujeres contemplados en la ley 26.485.
  • Cualquier acto que minimice lo acontecido no hace más que perpetuar el acto de violencia y sus consecuencias sobre las participantes afectadas y el conjunto de la comunidad.
  • En concordancia con nuestro posicionamiento, consideramos necesario invitarles e invitarnos a poner en práctica la desnaturalización de expresiones machistas y micromachistas que se suceden en nuestras vidas cotidianas y dentro del campo de la Recreación. NO NOS CALLAMOS MÁS, NO INVISIBILIZAMOS y no damos por cerrado sino que abrimos a que este debate se replique y se potencie.
  • Asumimos la responsabilidad de haberle dado espacio a una persona que en sus   prácticas no se condice con nuestra mirada y quehacer pedagógico.
  • Retomando la importancia de la construcción de redes, convocamos a otras organizaciones del campo de la recreación  y la educación a que sumen sus voces a este repudio para que se visibilice y a la vez fortalezcan los espacios de discusión y formación desde una perspectiva de igualdad de géneros.
  • Como equipo organizador de este evento, seguimos debatiendonos y cuestionandonos las acciones que puedan  potenciar y desarrollar nuestra perspectiva de género apostando a una verdadera transformación social.

EQUIPO ORGANIZADOR DE LAS 15TAS JORNADAS DE RECREACIÓN

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